La política exterior argentina
La política exterior argentina
En este artículo, hablaremos de la política internacional de la República Argentina. Focalizando en cómo uno cree, equivocado o no, de como la Argentina debe relacionarse con dos superpotencias, China y Estados Unidos. Y digo “superpotencias”, en función del tamaño del PBI nominal de ambos países.
En primer lugar, pienso que se debe defender un enfoque multilateral, en el cual, la conquista de nuevos mercados, y la diversificación de fuentes de importaciones, como de exportaciones, permitan a la República Argentina ser lo menos dependiente de un solo proveedor, o de un solo comprador, en la medida de lo posible.
En relación al tema BRICS considero equivocado o no, que quizá detrás de dicha alianza comercial, pueda existir una confrontación entre China y Estados Unidos, en la que la Argentina pueda quedar envuelta de forma innecesaria, si deseara ingresar, aunque puedo estar equivocado. Pero observo una lucha por el poder entre dos superpotencias, es decir, Estados Unidos bregando por el mantenimiento del status quo, con su arquitectura financiera, la hegemonía del dólar, y su esfera de influencia en Sudamérica, la Unión Europea, y otras regiones, con algunas piedras en sus zapatos para Washington, como pueden ser Cuba o Nicaragua, por dar dos ejemplos. Y por su parte China, tiene su esfera de influencia en el indo pacífico, con alguna piedra en el zapato en dicha esfera, que podría ser por ejemplo, la India, qué está siendo incentivada por Washington. Es posible que lo que fue la propuesta de ingreso de la Argentina a BRICS, quizá haya sido una estrategia de China para incidir en la esfera de influencia de Washington, con alianzas comerciales en Sudamérica, y en términos geopolíticos, BRICS podría ser el intento de construir una alternativa al dólar en el futuro, y por su supuesto, asegurarse alimentos y minerales estratégicos. Si BRICS llegase a ser una alianza meramente comercial no habría necesidad de ser cauteloso en un ingreso, pero si llegase a ser como uno supone equivocado o no, una estrategia de China para romper el status quo de Washington, y para crear uno nuevo, me parece que la Argentina no puede quedar rehén de una disputa entre dos superpotencias, porque ya tiene demasiados problemas, como para entrar en otros. Lo bueno de la existencia de China en el sistema internacional, es que le da cierto equilibrio al sistema, para que no existan abusos de occidente. Recomiendo equivocado o no, que los gobiernos argentinos no ingresen a dicha alianza comercial, pero si existen gobiernos que desean ingresar igualmente que lo hagan desde una postura soberana, sin sumisiones. También recomiendo fortalecer individualmente, el comercio con los principales socios comerciales de Argentina, que son Brasil, China, Estados Unidos, entre otros. De hecho, la principal fuente de importaciones de Estados proviene de China, y una de las principales fuentes de importaciones de China, son los Estados Unidos, por ende, está claro que en el comercio rige más el pragmatismo, pero eso sí, sin descuidar la seguridad nacional. También, que la principal fuente de importaciones de Estados Unidos sea China, evidencia de que no es necesario ingresar a BRICS para comerciar con China, India, etc. También es cierto, que Lula en Brasil es BRICS, y tiene un enfoque multilateral, pero paralelamente ha sostenido la idea de romper la hegemonía del dólar, e India necesita importar barato lo que no produce, y de cerca, China le da esa oportunidad. A la Argentina le conviene mucho importar barato lo que produce desde Asia, incluso a Estados Unidos, como dije anteriormente.
A modo de ejemplo y metáfora, para describir el contexto geopolítico: Estados Unidos sería el productor, director y actor principal de la película. China sería el segundo actor en importancia en la película, y la Argentina un miembro más del elenco actoral, pero sin ser protagonista, ni tampoco un extra. A la Argentina le conviene para conservar su trabajo en la película, tener una buena relación con el director, y tener una buena relación con todo el elenco actoral, incluido el segundo actor en importancia en la película, que es China. Y mientras tanto, en el papel que le toco a la Argentina, hacerlo lo mejor posible, y ejerciendo el grado de autonomía que ofrece siempre ejerer un rol. Pero si el segundo actor principal de la película, que es China, desea en algún momento, serrucharle el piso al director y actor principal que es Estados Unidos, ese es un problema entre China y Estados Unidos, no de la Argentina. Argentina, Francia, y todo país del mundo, debe tener relaciones internacionales serias con todo el mundo, pero sin caer en sumisiones, ni permitir destratos.
También quisiera repudiar el ataque terrorista de la organización terrorista Hamás del 2023, repudiar la muerte de todo civil inocente, sea del lado que sea, como así también los excesos del gobierno de Netanyahu, y como así también, repudiar el último ataque de Irán sobre territorio israelí. Llamativamente, algunos sectores de izquierda alrededor del mundo, tienen miradas que considero anticuadas, desde el punto de vista económico, como una especie de fundamentalismo del Estado, como así también, algunos sectores de extrema derecha, tienen otro fundamentalismo, pero de mercado, aunque también, existen otras derechas en el mundo con perfiles más proteccionistas, y eso también es cierto. Pero focalizando en algunos sectores de extrema izquierda alrededor del mundo, de los cuales hablaba, estos sectores no solo los considero anticuados desde la mirada de la economía, sino también desde la mirada de la política internacional. Sostienen que todo enemigo de Washington son amigos suyos. No solo heredaron muchos conceptos económicos y discursivos de la URRS, sino también, varios conceptos de la mirada de la política internacional que tenía la URSS. Esta visión de que “todo enemigo de Washington es amigo de ellos”, los llevó a defender a sectores anti LGBTQ+ como Hamás. Y muchas ONG argentinas e internacionales que luchan por los derechos humanos, han caído en visiones parciales, porque contratan a personas identificadas partidariamente, no respetan derechos humanos universales como el derecho a la presunción de inocencia, y se supone que deberían seguir el legado de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Muchas veces sus métodos de contratación no siempre son transparentes, y no siempre repudian protestas violentas, o los asaltos a legislaturas, capitolios, etc. También me gustaría aclarar, que quien proponga la eliminación de un movimiento político y de un Estado, es autoritario, y si ese movimiento político y ese Estado, tiene la religión o cultura judía, no solo sería una postura autoritaria, sino también antisemita, por eso los sectores de extrema derecha y de extrema izquierda que son antisionistas son antisemitas. Esto no eximen las críticas que correspondan realizarse, por excesos de fuerzas de seguridad israelíes, o por el no cumplimiento de resoluciones de la ONU, pero una cosa es la crítica hacia un exceso, y otra cosa son las posturas antisemitas. Todos tienen derecho a vivir en paz, palestinos e israelíes, pero es necesario repudiar toda postura fundamentalista religiosa, política, económica, etc. El fundamentalismo político, religioso e ideológico, impide la convivencia democrática, entre diversas culturas, credos, e ideas.
Por último, si Argentina se desregula de forma indiscriminada, contrariamente a lo que podría pensarse, la más beneficiada de dicha desregulación podría ser China, no tanto Estados Unidos, ya que China ofrece productos más económicos que estadounidenses, con los cuales casi todo occidente no puede competir. Si Reino Unido, fue la potencia industrial del siglo XIX, hoy en día lo es China. Por ende, a los países en vías de desarrollo les conviene industrializarse, para no ser tan dependientes, ni de China, ni de nadie, no por ser tan antichinos, o antioccidentales, porque hay comerciar tanto con los chinos, como con los estadounidenses, sino para no tener una relación de tanta dependencia, casi colonial en términos económicos, esto no implica no comerciar con el mundo desarrollado occidental o asiático como decía anteriormente, no implica no importar lo que por ahora no producís de China, o de Estados Unidos, implica tratar de generar desarrollo local, y mientras tanto, diversificar fuentes de importaciones en la medida de lo posible, aunque no siempre se puede. Considero de que si a los occidentales, les preocupa mucho la penetración económica China en el sur global, deberían considerar que hacer que se produzca más localmente en las tres Américas, hará que los países, dependan menos del mercado chino. El TMEC, es un claro ejemplo de cooperación económica estratégica, que beneficia a México en inversiones en dólares, que genera puestos de trabajos en México, Canadá y EEUU, y que permite a los estadounidenses, producir una parte en su país, y otra parte en México, ahorrando costos de producción y de logística, porque producir una parte de la producción en Estados Unidos, y otra parte en México y no en China, beneficia en términos económicos y estratégicos a los miembros del TMEC. China es un actor destacado del comercio internacional, y es bueno comerciar con ellos, pero si no proteges algunos sectores locales, como el sector automotriz, no podés competir con los autos chinos que son mucho más baratos, y el principal productor mundial de autos del mundo hoy en día es China, entonces tener una idea radicalizada en términos económicos, y no una mirada práctica, es un problema, y utilizar una mirada práctica, multilateral y estratégica, considero equivocado o no, que siempre es un buen lugar para la defensa de los intereses nacionales de cualquier país.
Sobre el tema Malvinas, considero importante, utilizar siempre la vía diplomática para ejercer el reclamo de soberanía de Argentina sobre Malvinas, ya que un conflicto militar y la utilización de la violencia en este contexto internacional, puede deslegitimar un reclamo justo. Considerando que el Reino Unido es miembro de la OTAN, y Argentina aliada extra OTAN, no corresponde que el Reino Unido siga ocupando las Islas Malvinas, ni que la Argentina utilicé la violencia para ejercer dicho reclamo. Iniciar un conflicto militar sin posibilidades reales de vencer no es lo más prudente para Argentina.
En relación a los soldados argentinos que participaron de dicho conflicto, merecen todas las distinciones y honores por haber servido a la Argentina, pero nunca el olvido, ni la desmalvinización, que atinadamente Owen Crippa había afirmado que la desmalvinización, en realidad había sido una desargentinización. Me imagino que a las autoridades del Reino Unido, no les resultaría agradable, que una fuerza de ocupación ocupara unas islas frente a las costas del Reino Unido, y que encima dicha fuerza de ocupación, tenga presencia militar en la isla ocupada. Entonces para que haya paz, el Reino Unido debería reconocer que las Islas Malvinas son de la República Argentina. Seguir teniendo enclaves coloniales en pleno siglo XXI, es algo sumamente vergonzante. Algunos sectores de la sociedad británica, son mucho más maduros, que la misma clase política y que la dirigencia británica, y muchos de los británicos saben que la Argentina tiene razón
Autor: Emmanuel Ruarte
14/04/2024